Hola
a todos:
Como
os comenté, algunos días no podré escribir mucho por falta de
tiempo. Está semana he estado superocupado haciendo de rey Mago
(mañana y tarde) en un centro comercial, así que solo podré
dejaros un adelanto del tema del próximo día, que será el martes.
Entonces os daré una definición de que es un “clown” y los
diferente tipos que existen. Hoy voy a colgar una foto de una obra de
teatro que hice en el instituto. Se llamaba “Vaya Corte” (del
faraón) y yo interpretaba al embajador babilonio. La escribió un
compañero de mi hermano mayor, que tiene una imaginación portentosa
y escribe como los ángeles. Cada uno se hizo su propio vestuario,
como es lógico, a mi me ayudó mi madre porque con 17 años no tenía
ni pajolera idea de coser (ahora se un poco). Yo me fabriqué el
gorro y los brazaletes y mi tía y mi madre me prestaron unos
colgantes, un cinturón dorado y bisutería.
Esa especie de poncho morado con ribetes amarillos todavía lo
conservo. La foto es regularcilla y no he querido recortarla más
para que veáis como se lo curraron los mayores con las columnas,
jeroglíficos, etc. Si por casualidad lee esto Sonia, mi mujer en la
obra, le mando un fuerte abrazo. Al hacer esta obra me entró el
gusanillo del teatro (que cuando te atrapa ya no te abandona jamas),
sin embargo estuve pululando un tiempo por distintas universidades.
Gracias a un amigo empecé a trabajar en la ópera de Málaga (como
figurante) y realicé el taller de teatro de la Universidad. Cuando
estaba terminándolo, me seleccionaron para actuar en un musical
(profesionalmente) y fue entonces cuando el gusanillo me picó con
mucha más intensidad y ya no pude resistirme. Asistí a unos cuantos
cursos más y finalmente me apunté a la “Escuela de Arte
Dramático” de Málaga, una de las mejores decisiones que he tomado
en mi vida. Finalizaré con una cita del un poeta cubano Reinaldo
Arenas, perseguido y encarcelado por su homosexualidad, y un
pensamiento mío.
"La felicidad no consiste en ser feliz, si no en saber elegir nuestras desgracias".
Reinaldo Arenas.
"Si quieres aprender de algiuen, sobre todo si es una persona sabia, escúchale con atención y asimila bien todos sus conocimientos. No temas hacerle una pregunta, siempre será bien agogida. Esto en muchos casos sirve para cualquier persona, da igual que la acabes de conocer o que la conozcas muy poco. De una conversación aparentemente intrascendente, pueden surgir ideas o pensamientos que podrían serte útiles en el futuro".
Antonio Panizo, aprendiz de filósofo.
Hasta el martes que viene.
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