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jueves, 1 de febrero de 2018

CONSEJOS PARA COMEDIANTES

Jerry Lewis en un fotograma de "El profesor chiflado". Dirigida por el mismo en 1963. Para mi gusto la mejor de sus comedias. También destacan "El ceniciento" y "Lio en los grandes almacenes".
 Para ser un buen actor de comedia, hay algunos factores que también debemos tener en cuenta en otro tipo de obras:

-
Concentración”: (abstraerse del entorno). Esto es fundamental. Cuando actuamos tenemos que estar superconcentrados durante toda la actuación en lo que estamos haciendo, sin dejarnos influir por lo que ocurre entre el público. No podemos permitirnos "perder el personaje” ni un solo segundo, porque si esto ocurre es bastante difícil recuperarlo. Hay que estar siempre muy pendiente de todos los movimientos y reacciones de los compañeros para que, por ejemplo, no queden silencios demasiado largos. También podría ocurrir que en una función un compañero diera una respuesta diferente a la del guión. Aquí no podemos dudar ni un momento, tienes que continuar ciñéndote lo más posible al texto o diciendo una frase diferente (morcilla) y no te preocupes, que tu compañero sabrá continuar. Claro está, si estamos actuando en un teatro, si estuviéramos trabajando como payaso (sin escenario) las reacciones del público tenemos que usarlas a nuestro favor. Esto quiere decir, por ejemplo, que si alguien te hace un comentario un poco despectivo hay que estar muy atento para contestarle rápidamente con una respuesta jocosa (siempre sin ofender al interlocutor). Si el comentario es positivo, le seguiremos la corriente continuando con alguna broma que mantenga el tono alegre.
- “Naturalidad”: No se puede actuar nunca como lo haría uno mismo en la vida real. Incluso si el personaje es muy parecido a ti, hay que darle un tono especial, un poco diferente. Hay que estar dentro del personaje, sentirlo hasta tal punto que durante la actuación no serás Antonio, Juan o Pepe, serás Hamlet, Cyrano o el señor Stevens. Hay que crear una serie de movimientos y acciones concretas que muchas veces no las harías en la vida real, por ejemplo si estás actuando de viejo, tendrás que poner la voz más grave, encorvarte un poco y andar un poco más despacio de lo normal. Los movimientos deben ser siempre fluidos. Nunca debemos hacer movimientos forzados, a menos que la escena sea tensa o haya una discusión. Para los movimientos de las manos, cabeza y cuerpo, podemos inspirarnos en el arte: cuadros, estatuas, películas, etc. Si vas a interpretar, por ejemplo, a un albañil o un médico de urgencias una buena idea sería observar a algunos durante un tiempo y asimilar su forma de moverse, como reacciona en distintas situaciones, etc.
- Transmitir emociones: Una buena técnica corporal nos ayudará a transmitir emociones. Podemos acudir a los recuerdos, a situaciones parecidas que nos hayan ocurrido o hayamos visto, etc. (teoría de Stanislavsky). Por ejemplo si tienes que llorar, puedes rememorar la pérdida de un ser querido o cualquier otra situación que te haya afectado mucho. Para transmitir emociones es muy importante jugar con la mirada. No es bueno  imitar, aunque  en  comedia puede hacerse ocasionalmente. Por ejemplo, se puede utilizar una frase o una expresión de algún humorista conocido.

Charles Chaplin en "Tiempos modernos". Su mejor comedia.

- Ritmo: Los personajes, igual que las obras de teatro, tienen un ritmo propio. Por ejemplo, si en una escena el personaje está muy alegre, el ritmo será un poco más rápido que si está triste. Si conseguimos captar  el ritmo interno del personaje y transmitirlo, interpretarlo será muy fácil. Las comedias suelen tener un ritmo vivo, nunca decae la acción y puede haber una progresión al final de una escena, con un ritmo muy rápido. También puede haber dentro de la misma escena un fragmento con un ritmo rápido y pasar poco después a un ritmo lento.
- Todo actor debe tener una
voz clara, movimientos ágiles y un pensamiento alerta. Como dije antes, hay que estar muy atento a lo que dice el compañero. Si tardamos en contestarle, se pierde la comicidad, la tensión o el drama
- Los movimientos y los gestos, sobre todo en comedia, deben surgir sin pensar y de la forma más natural posible, para que sean creíbles.
 

 Para hacer comedia:

- Podemos recurrir a las  exageraciones  de  los  gestos y la forma de hablar,
por ejemplo, si queremos  hacernos  pasar  por  tonto  o por loco. En  comedia  también  se emplea  mucho  el "absurdo". Por ejemplo, el compañero puede presentarnos como un eminente científico y enumerar una larga serie de títulos universitarios. A continuación, tu empiezas a hablar en plan "gangoso" y con tono simplón. La carcajada esta asegurada. Lo inesperado suele dar siempre buen resultado.
- Hay
que tener siempre presente al público.  Hablar para él en algunas ocasiones (tampoco conviene abusar demasiado), es decir dedicarle frases o miradas, así se crea una complicidad que mantiene atento al espectador. Las miradas pueden dirigirse a una persona en concreto o a un grupo. Si no es una comedia, la mirada se mantendrá en el espectador solo unos segundos para que no se sienta incomodo. En comedia podemos hacerlo más tiempo e incluso interpelarlo. Por ejemplo, puedes mirar a alguien y decirle: "¿Y qué hacemos ahora si se va la luz, eh?... Si tu, el de las gafas, no mires para atrás... Aunque claro con cuatro ojos tu verías mejor que los demás. Alguna ventaja tienen que tener esos chismes..."  Puede sentirse un poco molesto, pero no te preocupes solo será un momento y el resto de los espectadores se reirán bastante. Los silencios son muy importantes. Normalmente no suelen ser muy largos, pero en comedia podemos extenderlos mucho más. Se pueden añadir gestos o expresiones exageradas, que al no haber palabras, destacan más. Si el público se ríe, aprovecharemos esa risa para  dar  vitalidad  a  nuestra interpretación.
- Como ya he comentado, un buen cómico estará siempre pendiente de
todo lo que hace y dice el público. Si alguien le dirige un comentario jocoso, debe responderle rápidamente con otro más ingenioso o, por ejmplo, si alguien tose mucho puedes decir: ""A ver por favor, que alguien le de un caramelito de menta a este pobre hombre que se va a destrozar la garganta" . Incluso puedes bajarte del escenario y darle palmaditas en la espalda. Si estás actuando en un teatro y no es comedia, esto queda a elección del actor. Yo soy partidario de contestarle siempre, porque esto no suelen esperarlo los espectadores y siempre causa una gran carcajada.
- Tenemos que dotar de
energía a nuestro personaje. No puede parecer triste, cansado o abatido, excepto si el momento lo requiere. Para conseguirlo, debemos  tener  fuerza  en el  cuerpo y los movimientos (no confundir con rigidez) y un tono de voz vivo y alegre. Jugaremos con el ritmo de las frases, dando una entonación variada. Se suele marcar la palabra o palabras que más nos interesen. El tono nunca será monocorde o aburrido.
- Se suelen  hacer 
repeticiones (de sonidos o de gestos) y exageraciones. El "clown" puede hacer repeticiones, también de frases o incluso bromas, pero excepto en ocasiones muy contadas, nunca más de tres porque cansa. Cuando no es una comedia, no se debe "sobreactuar", es decir, exagerar tanto la interpretación que el personaje no es creíble. Jack Nicholson lo hace casi siempre, aunque a él suele quedarle bien.
- Se deben aprovechar los
contrastes. Un actor muy alto y otro muy bajito hacen gracia sin decir nada o se puede contar una anécdota muy divertida estando muy serio. Esto se llama gesto “neutro”. El ejemplo más claro es Buster Keaton. "Groucho" Marx también lo empleaba a veces.



- La pronunciación debe ser clara y precisa (con matices) sobre todo en las palabras o frases clave. Esto no quiere decir hablar despacio. Si nos cuesta trabajo, tendremos que ensayar hasta que lo consigamos. Un recurso clásico es hablar a velocidad normal y de pronto hacer una enumeración larga a velocidad cada vez mayor. Lo he visto muchas veces y el efecto siempre es buenísimos. El "clown" sin embargo puede hablar a trompicones, farfullar, poner acentos extravagantes o hacer solo ruiditos que se entienden a medias. O incluso estar un buen rato sin hablar, haciendo solo gestos y movimientos y como todo el mundo sabe, los "mimos" no hablan.

 Termino con dos Recomendaciones:

* "El Clown, un navegante de las Emociones" de Jesús Jara. Colección "Temas de Educación Artística". Ed. Proexdra (2000).
Un libro muy completo con juegos, improvisaciones, filosofía del clown, etc.
www.ddooss.org/libros/Diderot_Denis.PDF
Esto es una pequeña joya
, "La paradoja del comediante" de Diderot con un interesante estudio previo de Jacques Copeau, un gran renovador del teatro del siglo XX.